|ETC.PE|: Cansados del ruido estruendoso de los locales nocturnos en la calle Arica y la avenida Grau, los vecinos y el párroco de la parroquia San Ildefonso de Barranca acudieron a la Sesión de Concejo para expresar su queja e indignación.
Las situaciones incómodas que provocan fuera de sus instalaciones, como orinar, defecar, tener intimidad en las viviendas cercanas y la venta de estupefacientes. También fueron motivos de su protesta.
Durante su intervención, el párroco Manuel Paredes mencionó que la parroquia San Ildefonso tiene 350 años de antigüedad y que en sus nueve años viviendo en la provincia, nunca había experimentado una situación como la actual.
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Durante la Sesión de Concejo el párroco explicó que habló con los encargados de los locales nocturnos para buscar una solución. Sin embargo, ellos le respondieron que “su responsabilidad es de la puerta para adentro y de la puerta para afuera es de la Municipalidad”.
Además, informó que hace dos meses se reunió con el alcalde y sus funcionarios, quienes le aseguraron exigir a los locales instalar un sistema acústico. Sin embargo hasta la fecha no se ha concretado dicha instalación.
Piden tiempo prudencial
Por su parte, la representante de los locales nocturnos alegó que se les debe permitir trabajar, ya que se estaría vulnerando su derecho al trabajo. Sin embargo, pidieron un tiempo prudencial para adecuarse a un sistema acústico.
Ante esta situación y sin llegar a una solución, un vecino dijo: “Aquí lo que se pide es la legalidad, no términos medios. Que se cumpla la normativa”.
Finalmente, se acordó que el próximo lunes 10 de junio se volverán a reunir ambas partes junto con las autoridades de la gestión actual para encontrar una solución en beneficio de los demandantes y demandados.