Vecinos capturan a extorsionadores y les destrozan las manos en San Juan de Miraflores

|ETC.PE|: Extorsionadores. Un grupo de vecinos del distrito de San Juan de Miraflores, cerca al puente Alipio Ponce, decidió hacer justicia por su cuenta ante la ola de extorsiones que afectaba a los negocios de la zona. Tras varios ataques —incluidos la detonación de una granada y el uso de gas pimienta contra una farmacia— los ciudadanos organizaron una emboscada para atrapar a los delincuentes.

Días antes, los delincuentes lanzaron una granada contra el local y, posteriormente, aprovecharon un ataque con gas pimienta que obligó a los trabajadores a salir del establecimiento para ingresar y cometer el robo. Estos hechos colmaron la paciencia de los vecinos, quienes decidieron tender una trampa a los extorsionadores antes de que ejecutaran otro atentado.

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Durante la intervención, varios vecinos, algunos de ellos armados, lograron reducir a los delincuentes. Tras capturarlos, los desnudaron y les golpearon brutalmente las manos con combas, hasta dejarlas completamente inutilizadas. Según testigos, uno de los sujetos también habría quedado ciego como resultado del castigo. Luego del ajusticiamiento, los entregaron a la Policía.

Algunos residentes incluso intentaron prender fuego a los malhechores, pero otros vecinos los detuvieron, abogando por no llegar a ese extremo. Sin embargo, la comunidad acordó que en caso de repetirse un ataque similar, no dudarán en aplicar medidas más drásticas.

La Policía regresó posteriormente al lugar para investigar quiénes fueron los responsables de las agresiones, pero no obtuvo información. Por el contrario, los vecinos rechazaron con firmeza la intervención policial, señalando que solo buscan proteger a los delincuentes mientras la población vive aterrorizada.

La zona, ubicada en la margen derecha de la Panamericana Sur, cuenta con un sistema comunitario de videovigilancia. Este es manejado por una comisión de seguridad a través de celulares. La organización vecinal comenzó hace cuatro años, tras el asesinato de un bodeguero y exmilitar. Un delincuente le disparó en la cabeza cuando intentó frustrar un robo.

Las cámaras de seguridad captaron el caso, que tuvo gran repercusión mediática a nivel nacional.

Desde entonces, los vecinos conformaron un comité de vigilancia y varios de ellos comenzaron a armarse para hacer frente a la delincuencia.

“¿De qué otra forma podemos defendernos? Es el colmo que para los delincuentes haya justicia, pero para las personas asesinadas todo quede impune. Muchas familias viven con miedo, amenazadas, y nadie hace nada”, expresó un vecino indignado.

“Como en los tiempos del terrorismo, la Policía Nacional está infiltrada por delincuentes o familiares de delincuentes”, agregó otro.