|ETC.PE|: «No hay pan, no hay leche»: escasez de comida en Cuba. En medio de la oscuridad de su casa, Catalina, de 35 años, repasa los problemas de su día a día, similares a los que padecen en Cuba millones de personas por la grave crisis económica que sufre el país y que ha generado protestas en varias ciudades en los últimos días.
“No hay pan, no hay leche. No tenemos corriente. Los niños no van al colegio porque no desayunan y, cuando van, caminan hasta tres kilómetros porque no hay transporte…”, cuenta mientras a su lado su esposo Víctor, de 49, sólo asiente con la mirada perdida.
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Él dice que ya una vez ha pedido en su trabajo que lo dejen volver a casa porque, entre tanto calor, apagones de más de diez horas y otras dificultades, mantenerse en pie es un reto: “Me voy porque tengo sueño, estoy cansado (…) Esto es duro, muy duro”.
La pareja vive en Pura y Limpia, una humilde barriada de chabolas junto a la localidad de Santa Marta (occidente de Cuba).
EFE habló con ellos una semana antes de que allí -y en otros cuatro municipios de la isla- se vivieran el domingo manifestaciones, alguna con cientos de personas, en las que se gritaba “¡Comida y corriente!”, pero también “¡Libertad!” y “¡Patria y vida!”.
Para Catalina y Víctor, como para sus vecinos, la vida se ha vuelto cada vez más difícil en estos últimos tres años.
La pandemia, las sanciones estadounidenses y los errores en la política económica y monetaria nacional han agravado problemas estructurales del sistema cubano y generado escasez de básicos (comida, medicinas, combustible) y apagones, así como inflación, migración masiva y descontento social. (EFE)