|ETC.PE|: La seguridad ciudadana es un tema prioritario en cualquier comunidad, y en Barranca no es la excepción. En este contexto, el alcalde juega un papel crucial, ya que es la máxima autoridad de la localidad y tiene la responsabilidad de liderar todos los esfuerzos en materia de seguridad.
El alcalde, como presidente del Comité Provincial de Seguridad Ciudadana (COPROSEC), tiene no solo la obligación de coordinar las estrategias de seguridad, sino también la potestad de exigir resultados a las autoridades policiales.
Si el comandante policial a cargo no logra avances significativos, corresponde al alcalde tomar medidas, como solicitar un cambio de liderazgo en la dependencia policial y exigir al nuevo comandante un plan de acción concreto y resultados tangibles.
Esto significa que, aunque la operatividad de la seguridad está a cargo de la Policía Nacional del Perú (PNP), el alcalde tiene la responsabilidad de liderar, coordinar y supervisar las estrategias para garantizar la seguridad en su jurisdicción.
Falta de liderazgo y coordinación
Si el alcalde evita asumir su responsabilidad argumentando que «no es su competencia», esto revela una preocupante ausencia de liderazgo. La falta de un líder central y decidido solo perpetúa los problemas de inseguridad en la provincia. Para que Barranca supere esta crisis, es fundamental que el alcalde, Luis Ueno como cabeza principal, asuma un rol activo y lidere con decisión las estrategias de seguridad.
Intervenciones que exponen la realidad local
Recientemente, la Policía Nacional del Perú (PNP) en Barranca fue objeto de una intervención por parte de unidades especiales de investigación de la propia institución. Este hecho pone de manifiesto serias deficiencias en la gestión de la seguridad local y evidencia la infiltración de organizaciones criminales en las filas de quienes deberían protegernos.
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El hallazgo de efectivos policiales vinculados a redes criminales, como la denominada “Las Hienas Verdes de Barranca”, no solo genera indignación, sino que también refleja un problema estructural. Estas situaciones dejan en claro que la frase “la seguridad es tarea de todos” ha sido utilizada para diluir responsabilidades. En realidad, la seguridad es una tarea que recae, de manera exclusiva, en la PNP y el Ministerio del Interior. Sin embargo, dentro de nuestra provincia, el alcalde es quien tiene la última palabra.
Un llamado a la acción
Es urgente que las recientes intervenciones en las instalaciones de la División Policial (DIVPOL) y la División de Investigación Criminal (DIPINCRI) de Barranca no se limiten a generar titulares. La ciudadanía necesita respuestas claras:
- ¿Qué medidas se tomarán contra los efectivos involucrados?
- ¿Cómo se garantizará que no se repitan estos hechos?
- ¿Qué se hará para esclarecer los asesinatos, extorsiones y atentados que han golpeado a nuestra provincia?
La seguridad ciudadana en Barranca necesita liderazgo y acciones concretas. No podemos permitir que familias continúen viviendo con miedo debido a la inacción o falta de coordinación entre las autoridades. Es momento de que el alcalde, la PNP y el Ministerio del Interior asuman su rol con la seriedad y urgencia que la situación amerita.