|ETC.PE|: A pocas horas de celebrarse la Navidad, la inseguridad vuelve a sacudir a Barranca. Un artefacto explosivo fue detonado en una vivienda ubicada en la segunda cuadra del jirón Progreso, a escasos 50 metros de la Comisaría de Barranca y a solo 20 metros de donde se desarrolla la Feria Navideña, generando pánico y zozobra entre vecinos, comerciantes y transeúntes.
El hecho, ocurrido en una de las zonas más transitadas y supuestamente vigiladas de la ciudad, deja en evidencia la alarmante fragilidad del sistema de seguridad ciudadana. Ni la cercanía de la dependencia policial ni la presencia de efectivos policiales y personal de serenazgo resguardando la feria fueron suficientes para disuadir este acto criminal.
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Este atentado demuestra que la delincuencia ya no tiene respeto alguno por la autoridad. Aun con presencia policial permanente en el sector, los hechos delictivos continúan ocurriendo con total impunidad, exponiendo a la población a un riesgo constante.
La Policía Nacional llegó posteriormente al lugar para realizar las diligencias de investigación, mientras los vecinos expresaban su indignación, temor y cansancio frente a una situación que se repite sin soluciones reales.
Lamentablemente, este no es un hecho aislado, sino el reflejo de una gestión municipal que ha relegado la seguridad ciudadana a un segundo plano. La falta de prevención, patrullaje efectivo y liderazgo del alcalde mantiene a Barranca completamente desprotegida. Hoy, la ciudad no recibe la Navidad con paz ni tranquilidad, sino con explosiones, miedo e incertidumbre.
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